Un Tahúr en la Ciudad del Arlanzón

Un Tahúr en la Ciudad del Arlanzón
Noche Blanca Burgos 28 de Mayo de 2011

lunes, 22 de febrero de 2010

¡Comienza la función!

Cada vez que alguien se entera de mi afición por la magia, me cose a preguntas: ¿Como aprendiste? ¿Sabes como se hace nosequé juego? ¿Conoces a Tamariz? y así hasta el infinito, así que ahora ha llegado mi venganza. Desde hoy tengo la respuesta perfecta a todas esas cuestiones: "Leelo en mi blog"
En este espacio cibernético, compartiré contigo mi pasión por la magia, las cosas que me gustan, las que me gustan menos y cualquier otra inquietud que se me ocurra y me apetezca contaros.

Sed bienvenidos, estáis todos invitados a participar.

Creo que la mejor forma de empezar, es contando como me inicié en este curioso mundo y que caminos me llevaron hasta aquí.

Mi primer recuerdo mágico fue una actuación que presencié hace más de 30 años (calculo que yo tendría 7 añitos) en el club de tenis de Burgos. El artista era "El Mago Santi", recuerdo de su repertorio la jarra de agua inagotable, "agua de la india" decía él y un intermedio en el que representaba una pequeña obra de títeres. Esto me hace pensar en la tremenda responsabilidad que tenemos cada vez que actuamos, pues no sabemos hasta que punto podemos estar influyendo en la vida de una persona. Mucho tiempo después, hace sólo unos 5 años, el mismo mago actuó en mi barrio, por supuesto fui a verle y me encontré con los mismos juegos que recordaba, aunque el hombre mostraba una mala leche que yo no había visto de niño, o por esa extraña sabiduría infantil no recordaba.

Después vinieron las inolvidables cajas de Magia Borrás y las primeras actuaciones para la familia y amigos ¡pobrecillos! y hasta un "clamoroso" éxito actuando en las fiestas del colegio. Por cierto que conservo una foto de esta última actuación, que prometo buscar porqué no tiene desperdicio.

Yo seguía creciendo y el gusanillo de la magia se mantenía, al contrario que otras mil aficiones infantiles y juveniles que van desapareciendo sin dejar rastro, compro todo libro de magia que consigo localizar (malísimos la mayoría) y un día mi familia de Madrid me comenta que existe una tienda de magia. ¡Madre mía! La de vueltas que dí hasta que conseguí localizarla, creo y no exagero que me costó más de 2 años de idas y venidas a Madrid, con mudanzas de la esquiva tienda incluidas. Al final la encontré en la calle San Mateo y tras una tarde mágica en compañía de Encarnita y del gran Juan Antón (ilustre mago y compañero de Juan Tamariz), salí de allí con 4 juegos y pensando que nada podía frenar mi irresistible ascensión a la fama.

La verdad es que no fue tan fácil como yo esperaba y siguieron unos duros años formativos en solitario, lo que yo llamo: "La travesía del desierto" y que considero ahora como fundamentales en la formación de un auténtico mago, un periodo al final del cual tu afición se consolida para siempre o simplemente queda en el olvido.

Gracias a los catalogos de la tienda de Encarnita "Magia Estudio", ahora tenía acceso a mejores libros, así que como tenacidad no es lo que me falta, me voy haciendo mejor mago, pero un mago tímido, que ni tiene público ni apenas lo busca, que disfruta de su magia en solitario. Y así seguiría probablemente si no hubiera conocido a Cristina, que me hace ver el valor de lo que hago y me "obliga" a mostrarlo a los demás.

Después me entero de que hay en Burgos un grupo de magos y lo busco con desesperación, pero sí que son buenos los tíos, porque no hay forma de encontrarlos, hasta que un día y por un golpe de suerte, alguien me dice donde y cuando se reunen, así que para allá que me voy y conozco a los chicos del Círculo de Burgos con Mariano a la cabeza.

Desde entonces, sólo con paréntesis forzosos por motivos de estudio o trabajo, dedico a la magia todo el tiempo que me dejan mis obligaciones y el resto de mis otras pasiones (deportes sobre todo) y puedo decir con cierto orgullo, que he tenido la oportunidad de actuar y aprender con magos que no habría podido ni imaginar aquella tarde en el club de tenis.

Hoy en día y cumplidos los 40, de pronto me entra vértigo y un "ansia viva" por aprender todo lo que pueda, con un objetivo claro en mi mente: tratar a la magia con el máximo respeto y ser un poquito mejor mago cada día, lo que os puedo asegurar que es un objetivo tremendamente ambicioso. Y si de paso puedo ayudar a los que me rodean a conseguirlo también, mejor que mejor.

Y hasta aquí mi pequeña historia mágica, que ya me está quedando larga esta entrada para ser la primera.

Hechas las presentaciones, me siento libre para escribir de lo que me apetezca en las próximas entradas.

¡Hasta pronto!

3 comentarios:

  1. Bueno Truquini, ahora ves que también eres ejemplo para otros futuros magos. El eterno aprendizaje. Que gran sabiduría dan los libros...y que bueno lo de la travesía en el desierto...y que bueno que ahora lo escribas...ya tenia ganas de unas notas de conferencia tuyas. Así que ánimo y sigue. Ya hay uno que te lee. jeje

    ResponderEliminar
  2. ¡Que ilusión! ¡mi primer comentario! Gracias Roberto. Pronto voy a escribir cositas sobre los libros, que a buen seguro te gustarán.

    ResponderEliminar
  3. Bonita historia la tuya que te ha llevado a una posición tan alta en este maravilloso mundo de la magia
    Eres un ejemplo para muchos

    ResponderEliminar